Vitoria-Gasteiz (2020)
Bueno, esta entrada la escribo para no olvidar este año que seguro nos ha marcado a todos en mayor o menor medida, el año 2020, el año de la pandemia. Situación que nadie se imaginaba iba a suceder allá por el 2019... Aquí, un blog de carreras y deporte, tampoco voy a entrar en situaciones personales y temas serios que haya podido tener o vivir de cerca con el COVID, solo voy a hablar de como lo he vivido el aspecto de los entrenos y preparación, porque no deja de ser "curioso".
Lo dicho, esto lo escribo bastante tiempo después de haberlo vivido, pero recuerdo perfectamente las navidades del 2019, la San Silvestre para cerrar el año, y hablando del coronavirus como ese virus que estaba afectando a los chinos allí en el oriente lejano, sin consecuencias para nosotros. En febrero, seguíamos igual, de hecho me arrepiento un huevo de no haber madrugado para ir a la carrera de Antzuola del 2020, de las últimas que recuerde se celebraron. No conseguí dorsal y aunque me dijeron que si me presentaba por allí casi seguro conseguiría uno, decidí quedarme en la cama. Perdí la oportunidad de hacer la que habría sido mi única carrera del 2020, que cosas... Y es que en marzo, el 14 para ser exactos, se decretó el confinamiento, es decir, solo se podía salir de casa para lo justo y necesario, y en esa categoría no entraba salir a correr. El 24 de febrero fue mi último entreno antes del confinamiento, un Zaldiaran.
Las niñas con tele-cole, Junkal y yo con tele-trabajo, los cuatro encerrados en un piso sin terraza y no muy grande, tampoco es que hubiese tiempo para aburrirse jeje Daba impresión ver la calle desierta desde la ventana. Luego se empezó con el tema de los aplausos a los sanitarios desde la ventana y ese era, videollamadas a parte, el momento de mayor socialización del día, poder saludar a los vecinos del frente. Trabajar, manualidades, TV y bizcochos, ese era el plan de cada día hasta mayo, momento en el que se iban a relajar las medidas de confinamiento. En este mes era además la BUTS de Vitoria a Pamplona a la que estaba apuntada desde el año pasado, pero bueno, como podéis imaginar, ya se había cancelado y pospuesto para el 2021.
El sábado 2 de mayo se decretó que en determinadas franjas horarias se podía salir a la calle, sin formar grupos (gracioso este tema cuando salía con la familia, ya que teníamos que salir en parejas de 2...). Ese sábado yo creo que madrugó todo Vitoria para poder salir a la calle. Yo decidí ir a Olarizu, que seguro ese plan no se le ocurría a nadie. 7:30 de la mañana y en Olarizu había más gente que en la Virgen Blanca el día del txupinazo. Increíble.
A partir de ese día, en el cuál pude comprobar lo que hace estar 2 meses en inactividad total. Empecé a entrenar con bastante asiduidad. Tenía en mente la Hiru Handiak, que aún había posibilidades de que se celebrase. Además, al tele trabajar Junkal podía entrenar por la mañana pronto antes de trabajar y en esa época parece que costaba menos madrugar, con tal de salir a la calle... Aún saliendo pronto se notaba que la afluencia de gente era más alta de lo habitual antes de la pandemia. Algo bueno ha tenido, seguro que mucha gente ha mejorado sus hábitos. Mayo, junio... entrenos que se basaban a ir a Olarizu entre semana y al Zaldiaran los fines de semana. Seguía el confinamiento por franjas horarias. En julio ya se liberó todo, pero en lo que a mi respecta con los entrenamientos, seguía todo igual. Lo cierto es que estaba entrenando bastante, seguía en mente la Hiru Handiak.
Julio, agosto, septiembre... y noticia, la Hiru Handiak se cancelaba. Vaya, lo cierto es que era lo esperado. Aún sin restricciones horarias, el tema mascarillas, aglomeraciones y demás estaba a la orden del día. Se habían ido cancelando todas las carreras hasta la fecha y la HH no iba a ser la excepción, siendo además como es una carrera que mueve a tanta gente. Aquí hice un cambio de chip, un cambio de objetivo, la preparación ahora iba a ser menos de monte y algo más de asfalto, objetivo La Media de Vitoria. Y este cambio de objetivo duró poco, ya que a finales de septiembre la organización de La Media (y la San Silvestre, que son los mismos) anunciaba la cancelación de ambas pruebas.
Pues nada, a partir de octubre, entre que no tenía objetivo alguno y que empezaba a empeorar el tiempo, unido a que mis horarios posibles para poder entrenar se iban reduciendo, dio como resultado la vuelta a la dejadez. Octubre, noviembre, diciembre, y ya en 2021, enero e incluso febrero fue época de, si acaso, un entreno cada 15 días, lo justo para que las piernas no se olvidasen de lo que es correr. Ya a finales de febrero, con el tiempo mejorando y nuevos objetivos en mente, empecé de nuevo los entrenos, con un nuevo objetivo que esperaba no me lo arrebatase el coronavirus, los Montes de Vitoria "por libre". Si, por libre, porque este 2021 la normalidad aún no había llegado. Las carreras de la primera mitad de año fueron canceladas en su mayoría y algunas, como la de los Montes de Vitoria, se reinventaron para dar algo que hacer a sus seguidores. Carreras virtuales y por libre fueron habituales, creo que no os cuento nada nuevo, pero bueno, fue el comienzo de una vuelta a la "normalidad" muy experada.
Como habéis podido leer ha sido un resumen muy resumen. Me imagino que vosotros pasaríais por algo parecido (en cuanto a la preparación deportivo), y si no parecido, espero que mejor. ¡A cuidarse! 😉
