domingo, 3 de junio de 2018

IV Media Maratón de Montaña Egileta - Dulantzi

Egileta - Dulantzi (03/06/2018)

Aquí estamos en mi... ¿segunda carrera del año? Pues sí, es mi segunda carrera del año, parece que este año va camino de ser como el anterior, tranquilo en cuanto a carreras se refiere, es decir, no paro con Alize y Eider :-D Esta carrera la he conocido además de casualidad, y es que una semana antes pusieron carteles en los bares de al lado de mi casa y la vi y me dije: "carrera no muy larga y al lado de casa, ¡vamos allá!". Entrenamiento de calidad que se dice jaja

Así que nada, la carrera empieza a las 9:30 y desde Vitoria se tarda nada en llegar, así que no tengo que pegarme una pechada a madrugar. Aún así salgo con bastante tiempo ya que la salida no es desde la propia Dulantzi, donde se recoge el dorsal y demás, si no que es desde un pueblo de al lado, Egileta, hasta donde la organización nos lleva en autobuses. Para las 8:30 me planto en Dulantzi con alegría (que juego de palabras más previsible) y me doy una vuelta turística por el casco antiguo antes de aparcar junto a otros tantos corredores, junto a un parque. Nota para la organización para futuros eventos, algún cartelito o nota en la web que indique donde poder aparcar no vendría mal :-D

Me dirijo a la plaza principal a recoger el dorsal mientras aprovecho a comer y beber algo. Recojo la bolsa de corredor, que viene con un termo de regalo, y tras enterarme de donde salen los autobuses, voy de vuelta al coche a cambiarme de ropa y para las 9 ya estoy rumbo a al bus. En teoría hay consigna pero hoy, como no voy a salir a ganar :-P decido ir con las llaves del coche a cuestas y ahorrarme un par de pasos por la salida. Llego a donde el bus justo cuando sale el que me imagino es el primer viaje, y allí me encuentro con unos cuantos conocidos, Axier, Egoitz y alguno más de Agurain y alrededores con los que he coincidido más d euna vez.

Cuando llega de nuevo el bus ya estamos unos cuantos esperando, así que se llena en un periquete, quedando alguno en tierra para el próximo viaje. Y es que no he comentado aún, pero hay varias modalidades además de la media: una carrera más corta que llaman la carrera pirata, y otra también más corta en modalidad marcha nórdica, que está muy de moda ahora (en plan con bastones y siempre andando de una determinada forma), por lo que hay bastante gente. El autobus nos deja a la entrada de Egileta, desde donde hay que andar un rato hasta la salida, pero vamos sobrados de tiempo. Allí me junto con Axier y Aitor, otro compañero de Agurain muy dado a esto de correr por el monte, y juntos hacemos un calentamiento suave por el pueblo para hacer tiempo hasta la hora de la salida.

A las 9:30 ya estamos todos colocados en la salida, incluidos Egoitz y alguno más que se habían quedado para la última tanda de bus :-D Me coloco por la parte media trasera y allí me encuentro con Iñigo, que me comenta que lo que queda de año no quería hacer carreras largas y que se había apuntado a la corta (de la que luego resultó ganador). Finalmente cojo sitio junto a Aitor y con el tomo la salida.

Los primeros dos kilómetros son por camino de parcelaria bastante llanos. Por aquí me encuentro con Edu, el amigo de Andoni y de Javi Dominguez, el protagonista del cartel de este año y que por cierto también corre hoy, que me comenta que hoy toca ir tranquilo ya que ha salido de una lesión. Es por aquí también que el GPS me avisa que le queda poca batería... :_D Bueno, Aitor ha comentado que para las 12 daban tormenta, así que igual con suerte llego antes de las tormentas y con el reloj aún vivo :-D

Por ahora, más que tormenta a la vista, lo que está es Lorenzo calentando que da gusto, así que es de agradecer cuando dejamos la parcelaria para entrar en zona de bosque, aunque este cambio de calzada viene acompañado de un cambio de pendiente, y es que ahora si empieza la cosa a ponerse cuesta arriba. Es un kilómetro que sirve para calentar más que nada, y es que por ahora las piernas me responden bien (menos mal, ¡que acabamos de empezar!) y es aquí también donde me separo de Aitor. El camino sigue siendo bueno, aunque hay algún que otro charco que procuro esquivar, y más después de ver como un corredor que iba delante mío casi mete la pierna hasta la rodilla en uno de ellos... En este tramillo adelanto a Egoitz, que se había colocado más adelante en la salida pero que también tenía intención de hacer la carrera poco a poco :-D

Tras la pequeña subida viene una bajada que nos dejará, en el kilómetro 4 y poco, en el comienzo de la subida larga de la jornada. Ya antes de comenzar este tramo me he juntado, o más bien apegado, a un corredor que me lleva a buen ritmo para mis piernas y al que decido seguir. Esta parte es más por sendero y, como el trail de Vitoria, tiene un bonito cortafuegos que hacemos rodeados por completo de helechos.

Cortafuegos (km 5'2), se me olvido el machete
para abrir camino (fot. org.)
La verdad que se agradece la vegetación ya que, como he dicho, el sol pega que da gusto, aunque la humedad hace que vaya sudando a chorretones. Tras el cortafuegos seguimos por sendero estrecho y entramos en una zona con mucha hojarasca y empinada. Sigo detrás del corredor que comentaba antes, aunque empiezo a ir algo forzado, así que en un tramo estrecho en el que este corredor hace un adelantamiento, yo me quedo detrás. A partir de aquí, kilómetro 6 más o menos, empieza mi carrera en solitario. Comparto kilómetros con algún corredor, como uno con camiseta rosa con el que hago casi lo que queda de subida, pero ahora es porque vamos al mismo ritmo, no porque yo me quede detrás de el jeje

Llegando al primer avituallamiento, km 6'5 (fot. org)
Tras la subida, que es por una zona que he reconocido de haber hecho en la carrera de Los Montes de Vitoria, como no, viene la bajada, que es bastante larga, de unos 3 kilómetros. Ya en la parte final me había despegado un poco del corredor de la camiseta rosa, así que la comienzo en solitario y así la hago casi al completo. Creo que la estoy haciendo bastante rápido, pero excepto un par de corredores que he adelantado al principio y otro que adelanto casi al final, no me cruzo con nadie más.

Así, en el kilómetro 12 llego al segundo avituallamiento, de Santa Isabel, que tiene algo de fruta de comer y donde me paro a beber y comer algún que otro gajo de naranja. La solana continua y hay que hidratarse. Poco después de mí llega el corredor que había adelantado en la parte final de la bajada, así que cuando el sale del avituallamiento decido salir detrás de el.

Llegando al avituallamiento de Santa Isabel (fot. org.)
Poco me dura su compañía, o más bien la mía a el, ya que en los primeros metros ya decido dejarle marchar, ¡buen ritmo lleva! Así, esta primera parte de la segunda subida gorda de la jornada la hago viendo como ese corredor me va sacando cada vez más y más metros. Son casi dos kilómetros de subida bastante durilla y por terreno que, aunque con árboles alrededor, no cubren del todo el sol, lo que la hace parecer incluso algo peor de lo que es.

Tras esta primera parte de subida hay un descansillo que nos llevará a el tramo rompepiernas conocido como la subida de San Bittor. Ese tramo forma parte de la subida a Itxogana, así que supongo lo habré hecho alguna vez en Los Montes de Vitoria, pero no me suena. Lo que si recuerdo son las palabras que comentaban Axier y Aitor antes de empezar, que el año anterior habían tenido que hacerla a cuatro patas de lo empinada que era y el barro que tenía...

¡San Bittor ya está aquí!
Y la cuesta no defrauda, un buen muro con barro y sus árboles y raíces para hacer apoyo. Desde abajo y a lo largo de la cuesta me da para ver a algún que otro corredor de los que ya había perdido la pista hace tiempo. Eso quiere decir que se tarda un rato en subirla jaja pero poco a poco, tipi tapa sin pausa, se va haciendo. La parte final, donde hay bastante algarabía, aunque no se ve público alguno... despeja de árboles para sufrir de nuevo el sol.

Yo encima, que soy muy listo, me paso una marca que estaba junto a un vallado y me voy por el lado contrario de la verja durante unos cuantos metros de subida. Tras darme cuenta que la marca estaba al otro lado, y tras pensarme un rato si intentar o no saltar el alambre de espino, decido bajar el tramo que había hecho desde que me había equivocado para, no sin antes pincharme y hacerme una herida en un dedo con el alambre, volver por el buen camino.

Tras pasar la verja queda poco para llegar a la cima del Itxogana, donde hay un fotógrafo de la organización (de los varios que ya he visto, en ese sentido muy bien la organización), que me indica que ahora bajo un poco hasta la hermita de San Bittor, de donde por cierto viene toda la algarabía que oía antes, donde hay un avituallamiento líquido.

Cima Itxogana, km 14,5, esto ya está hecho (fot. org.)
Aún quedan 7 kilómetros, pero son todo bajada, así que vamos allá. Empiezo con la idea de alcanzar algún que otro corredor, a los que me había acercado bastante durante la subida a San Bittor, sobre todo antes del incidente de la valla... así que procuro mantener un buen ritmo.

Sin embargo, cuando llevo un par de kilómetros de bajada más o menos (la bajada gorda son unos 3'5 kilómetros, luego ya la cosa empieza a llanear), mi querido tobillo hace un giro un tanto extraño que me recuerda al que hizo en la Jarindo-Albertia. Tras una pequeña parada, la cosa parece que no ha sido mucho, tengo molestias, pero puedo andar sin problemas. Hasta ahora no había conseguido ver a nadie al fondo, y tampoco tenía intenciones de echar el hígado intentando adelantar a nadie, así que decido continuar pero con más precaución y más tranquilo.

Tras la bajada, el camino empieza a cambiar a parcelaria, más llano y con más rectas, donde incluso consigo ver a algún que otro corredor. Este terreno, que con buenas piernas se puede hacer a toda leche, a mi se me hace muy pesado. Entre el sol, el tobillo y el cansancio, no veo el momento de acabar la carrera y tomarme un buen vaso de agua.

Por cierto, que por este tramo, kilómetro 18 y pico (en la práctica se ve donde exactamente) y ya con Dulantzi a la vista, mi reloj GPS me avisa que por hoy ya ha cumplido... ¡si habíamos quedado que hasta las 12 tenía que aguantar! Así que nada, estos últimos kilómetros los hago a ritmo pachanguero, intentando no bajarlo mucho para no eternizar la cosa más de la cuenta, y con un tiempo de 2h36'14" consigo cruzar la meta.

Al final he acabado después de las 12, pero a las tormentas ni se las ve ni se las espera, casi hasta las habría agradecido jaja Voy directo al avituallamiento final, donde me tomo unos cuantos vasos de agua acompañados de unos buenos pintxos de tortilla sentado en un poyo a la sombra de unos soportales. La carrera me la he tomado con calma, pero la última parte se me ha hecho dura y acabado fundido. Lo de correr con sol no es lo mío... pero bueno, carrera completada y en un tiempo decente, que con el ritmo de entrenamientos que estoy llevando es para estar contento :-D

Y con un vaso de agua en una mano y otro pintxo de tortilla en la otra, colorin colorado, este cuento se ha acabado. Me voy para el coche a cambiarme de zapatillas y camiseta y poner rumbo a Vitoria, que la ducha la dejo para tomármela tranquilamente en casa.

Resultados (sobre 21 km):
1º Aitor Arenaza: 1:49:50 (5:12/km)
2º Adrian Saez de Arregui: 1:50:25 (5:14/km)
3º Aritz Uriarte: 1:53:45 (5:23/km)
1ª Andrea Garay Zarraga: 2:09:42 (6:08/km)
2ª Beatriz Delgado Herrero: 2:27:02 (6:58/km)
3ª Keyla Ghil Friebe: 2:52:46 (8:11/km)

Resultados personales:
- Tiempo oficial: 2:36:14 (7:24/km)
- Diferencia primero: 46'24"
- Posición general: 50/89
- Posición masculino: 48/82  

Clasificación

+ Facebook de Ronzapil

Conclusiones. Una carrera muy chula y muy bien organizada, por la asociación Ronzapil, que por cierto son los que también organizan una marcha en bicicleta que hice en su momento con Hidal y Juantxo :-D
Los avituallamiento muy correctos para una media, posibilidad de hacer otras distancias e incluso modalidades, obsequio con el dorsal, sorteo de premios al final (que no me toco) y muy buen marcaje, aunque aquí tengo que comentar que en algún punto tuve dudas de por donde ir, pero no por falta de marcas, si no porque los colores de las marcas, blanco, verde y granate, los de Laboral Kutxa, con el sol y las hojas, a veces eran complicadas de ver. Pero lo dicho, el marcaje era muy bueno.

En resumen, es por tanto una carrera a la que seguramente vuelva. ¡Hasta la próxima!


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